domingo, 2 de junio de 2013

Coca de llanda

Este es el más tradicional de todos los bizcochos y tortas que en Valencia acontecen y uno de los recuerdos más comunes y representativos de la juventud de sus nativos. Cuando mi abuela Concha vertía la masa en el molde de lata (llanda en valenciano) antes de introducir el artefacto en el horno yo aprovechaba para limpiar con la lengua los utensilios pringados. Las papelinas con polvos gasificantes (coca, polvos, papelinas… qué niñez tan animada) actuaban inmediatamente sobre la leche, el huevo y la harina y dejaban en la lengua un suave y dulce picor. Era lo que más me gustaba del asunto: cuando la sacaban del horno no me resultaba tan atractiva.
Los papelitos que contienen polvos gasificantes los podéis encontrar en casi cualquier comercio, supermercados incluidos. Los conocemos como litines, papelitos blancos y azules, sobres de gaseosa o aquel inquietante y marcial nombre comercial de “La bandera nacional con la Cruz de Santiago”. Estos polvos reaccionan al juntarse en un medio líquido y generan anhídrido carbónico, o sea, burbujas que favorecen la crecida del pastel y que también pueden adornar agua, zumos y otras bebidas.
En cada casa se hace de una manera, así que ahí van los ingredientes que conforman mi receta: 400 gramos de harina, un sobre de levadura química, las papelas: un sobrecito de bicarbonato y otro de ácido málico y tartárico, 240 gramos de leche, 140 gramos de zumo de naranja, 140 gramos de aceite de girasol, 250 gramos de azúcar, canela en polvo, la piel rallada de una lima y 3 huevos.
Precalentamos el horno a 180 grados. En un bol mezclamos la leche, los huevos, el zumo, el aceite, el azúcar, canela al gusto, y la ralladura de lima. Añadimos la harina ya mezclada con todos los polvos mágicos y removemos hasta conseguir una masa homogénea. Vertemos en el molde, espolvoreamos una cucharada de azúcar por encima de la masa y lo metemos en el horno ya caliente. Después de 25 minutos conviene pinchar con un palillo largo para comprobar el grado de cocción. Cuando salga seco significa que la coca está lista. No debería tardar mucho más de 30 minutos. Para pegarte una merienda en condiciones, como en tu niñez, procúrate una buena taza de chocolate espeso y aquella espléndida cassette de los Housemartins titulada The people who grinned themselves to death.